La Administración de Alimentos y Drogas, conocida en inglés como FDA, aprueba
nuevos fármacos mediante una vía rápida y a menudo sin proveer suficiente tiempo para
evaluar si los pacientes están siendo perjudicados por los efectos secundarios o
interacciones peligrosas.
Estos fabricantes han cosechado enormes beneficios, a expensas de la seguridad
del público y la salud. Como las compañías farmacéuticas se apresuran a lanzar al
mercado más medicamentos, sin éstos ser debidamente estudiados, más personas
enfrentan lesiones.
Si ha sido lesionado o, peor aún, un ser querido ha fallecido debido a un
medicamento con receta o de venta libre, es en su mejor interés discutir su caso con un
abogado que tenga experiencia en estos casos. No se deje intimidar y ejerza sus
derechos.