La Corte Suprema de los Estados Unidos ha reconocido un privilegio de confidencialidad entre el pastor y su feligrés. La Corte reconoció la necesidad humana de revelar a un consejero espiritual, en total y absoluta confianza, lo que entiende ser actos en contra de la ley o de su religión para recibir consuelo y consejo espiritual. Este privilegio surge del sello de confesión que se requiere bajo la religión Católica y un sacerdote católico está impedido de revelar información que se descubra durante el proceso de confesión, a menos que el feligrés se lo permita.
La comunicación entre dicho consejero y el feligrés será de carácter confidencial y no podrá ser divulgada a persona alguna. El feligrés tiene el privilegio de rehusarse a descubrir la comunicación y además prevenir que el consejero revele aquellas comunicaciones hechas a él o ella.
Por lo tanto, cuando busque consejería espiritual hágalo libremente ya que todo lo que diga no podrá ser revelado.
Será hasta la próxima. Que pasen una bonita semana.